domingo, 26 de diciembre de 2010

Formosa

El Gobierno recibirá a un cacique toba por el conflicto de tierras en Formosa

El gobierno nacional por intermedio del presidente del INADI, Claudio Morgado, confirmó al cacique qom, Félix Díaz, que el lunes a las 10 el ministro del Interior, Florencio Randazzo lo recibirá para buscar una salida al conflicto por las tierras y la seguridad de los tobas en la provincia de Formosa. Díaz realiza junto a otros cinco originarios, desde el jueves pasado, al cumplirse un mes del asesinato del toba Roberto López y del pilagá Mario López, una huelga de hambre en la avenida de Mayo y 9 de Julio donde pasó la nochebuena. Por su parte, la diputada nacional Victoria Donda convocó a los integrantes de la comisión de Derechos Humanos a realizar mañana domingo una sesión en el lugar donde el cacique toba Félix Díaz, encabeza la huelga de hambre. "Convocamos a los legisladores de la comisión de DDHH porque es una situación muy grave que personas tobas estén haciendo huelga de hambre en medio de la Navidad", dijo a Télam la legisladora integrante del Movimiento Libres del Sur. La legisladora se mostró preocupada por la situación de los aproximadamente 15 tobas formoseños que permanecen en la ciudad de Buenos Aires, adonde llegaron hace 20 días tras el violento desalojo de tierras cuyo reclamo está en el centro de la discusión. "Todo lo demás, después de las tierras, son sólo necesidades de la comunidad, salud, agua, seguridad física para Félix, el relevamiento territorial, entre otros puntos", indicó una fuente cercana a los indígenas. Díaz pasó la nochebuena junto a indígenas de distintos pueblos, kollas, mapuches, quechuas, estudiantes universitarios, académicos, periodistas y su esposa Amanda, con quien lloró durante los saludos por el comienzo de la navidad. Ni siquiera la nochebuena impidió que vecinos, turistas y transeúntes se acerquen a saludar al qom, algunos, con comida y bebida, le decían al natagalá (cacique en el idioma de los qom) "quería acompañarlo, no afloje, nos quedamos por acá no queremos molestarlo". Díaz contó que en las últimas horas recibió llamados desde Venezuela y México, interesados en conocer detalles de la huelga de hambre, una medida prácticamente inédita entre los indígenas en la Argentina.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Sobre el uso y abuso del término
“Originario”


Desde hace unos pocos años, se generalizó el uso del vocablo para referirse a los pueblos indígenas del territorio; fue por los años noventa en estas latitudes, después de la reforma constitucional de 1994; desde entonces estamos intentando contrarrestar el uso abusivo y tendencioso que se hace del término.

Porque decimos abusivo y tendencioso, simplemente porque si bien el término siempre existió y se aplica para definir a los individuos, personas o cosas naturales de un territorio como lo establece la “Real Academia de la Lengua” en sus dos acepciones: 1. adj. Que da origen a alguien o algo. 2. adj. Que trae su origen de algún lugar, persona o cosa.
El mismo, aplicado en el Continente Americano y sin el contenido temporal que acote o delimite su ingerencia; desvirtúa sus contenidos lingüísticos o sus aplicaciones gramaticales debido a las características propias del proceso histórico-cultural que se desarrolló en el Continente y por la interpretación que, de dicho proceso, se realiza desde las Ciencias Sociales.
Tampoco es aceptable que quienes dicen entender la cuestión lo utilicen por “falta de otro mejor” cuando los propios indígenas que propiciaron la reforma constitucional de 1994 impulsaron la incorporación de su reconocimiento como pueblos “Indígenas” como lo establece el Art. 75.- inc: 17 de la Constitución Nacional Argentina.
Hasta donde sabemos el término “Indígena” puede ser sinónimo de “aborigen” u “Originario” sin embargo éste último encierra en sí mismo el principio de origen, nacimiento de una cosa, todo origen o principio, entabla un comienzo de “algo” en tiempo y forma, mientras que los otros dos vocablos no lo establecen como fundamento de su aplicación.
3. Indígena y Aborigen. Adj. Oriundo de un lugar o paraje.
(Donde esa persona ha nacido pero no necesariamente hayan nacido sus ancestros, o donde haya principiado su linaje.)
Para entender mejor esta situación debemos comprender que circunstancias generan la necesidad de dilucidar en forma concreta el uso y aplicación de dicha terminología en el contexto histórico-social del Continente Americano y las implicancias que su aplicación, incorrecta o inadecuada, tendría para los involucrados.
Primeramente debemos suponer o comprender que éste análisis se realiza dentro del marco jurídico impuesto a los pueblos del continente a partir de su Colonización o Conquista, aspecto que impulsó un orden jurídico que guía la vida de todas las naciones del Continente.
Asimismo cada país al independizarse de España, o de la potencia colonialista que la propició establece sus normas jurídicas y su geopolítica territorial y cada persona queda incorporada a las normas o leyes que rigen o regulen la vida en dicho territorio.
Así si bien pueda existir una cierta aceptación gramatical para el uso indistinto de dos términos, el análisis puntual, meticuloso y específico de los vocablos en entredicho pueden ofrecer la claridad suficiente como para limitar su aplicación.
Ardua fue la tarea de los juristas para entender la diferencia entre “Nacionalidad” y “Ciudadanía”, toda vez que la sinonimia aparente de ambos vocablos hacia que se cometieran gravísimos errores.
La aparente sinonimia de ambos vocablos llevó a confusiones por muchos años en los fueros judiciales de Argentina hasta que se decidió analizar los contenidos gramaticales y lingüísticos de los mismos y definir su verdadera aplicación. (Ver “Pablo A. Ramella “Nacionalidad y Ciudadanía” editorial Depallma, Bs. As. 1978.)
Es importante analizar los conceptos gramaticales que conllevan el uso de ambos términos y cada uno en su formación y aplicación para comprender que la aparente sinonimia es confusa y contradictoria, toda vez que el uno difiere del otro en sus contenidos: Particularmente la ingerencia en el vocablo “originario” de un factor tiempo implícito, sin el cual se desvirtúa su aplicación.
Cuando usamos el término en forma genérica estamos aludiendo que los indígenas son “originarios” y no todos los aborígenes lo son, en un territorio dado.
Así como existe un antes y un después de las respectivas fechas de independencia de los respectivos países.
Antes de dichas fechas los indígenas mantenían solamente su identidad étnica o pertenencia a tal o cual nación, posteriormente el orden jurídico y geopolítico impuesto los identifica sí con su pertenencia étnica, pero para los Estados Nación tienen la nacionalidad de todos los habitantes de dicho territorio y ajustado a los mismos derechos y obligaciones como lo establece la Carta Magna de cada País.
Si bien es cierto que estas expresiones siempre fueron en detrimento de los pueblos indígenas y muchas veces la expresión de las letras constitucionales nunca se cumplieron o se violaron, como sigue haciéndose en nuestros días, el hecho de ser personas jurídicas en el marco de la legislación vigente, intentó revertir los procesos de arbitrariedad ante los derechos individuales y colectivos de los pueblos indígenas.
En territorio Argentino no podemos decir que los pueblos indígenas que viven en él sean “originarios” o por lo menos, no aplicado a todos ellos.
Y este cuestionamiento surge como corolario de la intromisión del pueblo Mapuche en territorio nacional a partir de 1818 en adelante, otros autores hablan de 1836, como sean ambas fechas son posteriores a la creación del Estado Argentino.
Los Mapuche son indígenas de Chile e ingresan como cuñas invasoras en las fechas predichas para apropiarse de tierras y combatir a los indígenas del Este de la Cordillera de Los Andes. De Boros, Chile, llegan los Boroganos en connivencia con la “Liga de los Hacendados” cuyo principal exponente fue Juan Manuel de Rosas, quién luego sella un acuerdo con el gran lonko Huilliche, Calfucurá, para combatir a los Ranqueles, y a quién le entrega tierras en Salinas Grandes, este asesina a sus compatriotas en Masallé, por ordenes de Rosas quién sospechaba una posible alianza entre Boroganos y Rankulche..
Utilizar a la ligera el vocablo “originario” implica desconocer los procesos históricos que conllevan la relocalización territorial dentro de límites, fronteras, preestablecidas por los Estados Nación.
Si pretendemos generalizar y decimos que somos “originarios” del Continente Americano es cierto ya que salvo aquellos que en épocas modernas bajaron de los barcos como mis abuelos inmigrantes; Paleoindios y Amerindios, los Americanos ingresaron por Behring y posibles corrientes migratorias transoceánicas hace miles de años.

Por lo sucedido en Formosa

A mis hermanos de la AIRA,
a la opinión pública.

Consternado, rabioso, harto del papeleo inútil, las palabras elocuentes, por todo aquello que, de existir un mínimo de buena voluntad en los que manejan el poder, podría haberse evitado, veo que la causa indígena ingresa en un camino que jamás ha buscado.
Hermanos, así como a vuestros abuelos, la sociedad global blanca, en particular aquellos que ostentan el poder, los obliga a la lucha violando sus derechos ancestrales ya que en esas violaciones nuestros hermanos no tienen, en las leyes del derecho romano, que nos han impuesto, ninguna defensa real.
El poder político, la falsedad, la baja moral, y el abuso del poder han violado siempre los derechos ancestrales adquiridos, los actuales derechos humanos, pregonados hasta el cansancio, son inoperantes e impotentes ante la ambición y la prepotencia desenfrenada de los poderosos, que las ignoran y violan a su antojo.
Hace ya más de dos años en una reunión en la sede de nuestra casa en balbastro, le dije a mi hermano Gabino Zambrano, uno de los líderes jóvenes, hombre de lucha y de experiencia en las convocatorias callejeras, que se había terminado el tiempo de las palabras y las notas en los escritorios de Buenos Aires.
A mi entender había llegado la hora de llenar las calles de personas que sintieran, como seres humanos sensibles, y acompañen la causa indígena en paz, para enfrentar a los poderosos y atacarlos, allí donde les duele, en el voto que es más grave que meter la mano en su bolsillo.
Lo ocurrido en Formosa donde un gobernador corrupto hermanado políticamente con el gobierno nacional se ha apoderado de extensiones de tierras, mensurando a su antojo e ignorando la propiedad ancestral de los pueblos indígenas o comprando, mediante un ardid a terceros, quienes se apropiaron con documentación fraguada y reconocida por funcionarios corruptos, de tierras del pueblo Toba.
La ausencia y el silencio de un Estado Nacional, hablan a las claras de un mismo principio puesto en práctica con los pueblos indígenas.
El desconocimiento de los fallos judiciales, en favor de las demandas interpuestas por la AIRA por parte del Estado Nacional y la continuidad de un INAI inconstitucional que tergiversa y destruye el espíritu constructivo y renovador de la Ley 23.302, es muestra más que elocuente del idéntico principio que los une e identifica.
La falsedad con la que se boicoteo la creación del registro de comunidades en el propio INAI, denunciado por su propia funcionaria renunciante y por mí mismo en su oportunidad, son hechos más que elocuentes para que la sociedad global que, a partir de 1983 ha visto el renacer, en paz, las luchas indígenas, tome conciencia de aquello que pasa y observe la mentira que han gestado desde el estado para no dar oportunidades a los pueblos indígenas, parias en su propia tierra.
Es la lucha que le permitiera ingresar nuevamente en el ideario colectivo, dar a conocer sus reclamos, sus ideas, su verdadera historia y lograr su propia Ley elaborada y propuesta por ellos, de allí, de esas luchas de los 80 surgió la 23.302.
En definitiva los pueblos indígenas han demostrado a lo largo y ancho del país su voluntad inquebrantable de ser auténticos y fieles a al mandato de sus mayores y lo suficientemente sabios como para comprender que es más fuerte, seguro y conlleva un enorme desafío ganar la paz, construirla y mantenerla, en una convivencia armónica que ejercer la violencia.
Sin embargo los intereses mercantilistas de los explotadores de turno no obran igual y utilizan todo su poder para doblegar a los indefensos que se oponen a que le roben sus precarias pertenencias, como tristemente hemos visto en Formosa.
Ya no sólo los pueblos indígenas son las victimas de un sistema perverso en manos de unos pocos para ejercer el latrocinio y la fuerza contra los desposeídos.
Esta es la lucha de quienes sienten que su derecho a vivir en libertad, en un país moderno y con profundo sentido humanista, en la tierra que los vio nacer, donde han muerto sus padres y abuelos, donde esperan educar, ver crecer a sus hijos y aspiran a trabajar en paz, ¡Piénselo!
La sociedad debe reaccionar y pedirle cuentas a sus mandatarios, que son elegidos para administrar, no para robar y abusar de los poderes, que les son conferidos por el pueblo.
Pero los pueblos indígenas ya no pueden esperar a esta toma de conciencia, deben impulsarla volver a levantar los brazos que bajamos en los 90, creyendo que con la Ley en nuestras manos habíamos ganado nuestro derecho a la libertad y a vivir.
Sin embargo volvieron a engañarnos, así la AIRA debió, de la mano de su Presidente, Rogelio Guanuco, con el respaldo jurídico de Eulogio Fritez, impulsar el juicio del que hacía mención más arriba.
Las distancias y los escasos recursos económicos fueron siempre un enorme freno para ejercer la voluntad de comunicar, esclarecer y aglutinar a los hermanos en un trabajo conjunto.
La AIRA ha mantenido viva la llama de una lucha desigual y su presencia jurídica allí donde atiende Dios, en la Capital Federal, Buenos Aires, e intentando con gran esfuerzo individual y colectivo de sus integrantes hallarse presente en cuanto conflicto pudiera ser necesaria su presencia, quizás no siempre con la celeridad requerida, pero si ha estado presente merced al esfuerzo desplegado los pocos hermanos que la mantienen vigente, dirigidos por Rogelio Guanuco, un hermano Diaguita Calchaquí que aún a sus largos 75 años sigue manteniendo la institución y luchando por su gente.

¡ BASTA YA, SALGAMOS A LA CALLE PARA QUE ESTO TERMINE!